El matrimonio de Enzo y Linda en San José de Maipo, Cordillera

La ceremonia se desarrolló con calma y delicadeza. Bella, profunda, me gustó mucho. Al finalizar no pudimos salir porque todos se acercaron a nuestros puestos a saludarnos así que nuevamente nos salimos de protocolo.Hicimos una gran foto con los presentes que eran familiares muy cercanos. Unos 20 en total.

Por razones un poco largas de explicar tuvimos que hacer esta ceremonia allí antes de nuestro evento de boda planificado para este día a las 18 hrs en adelante en San José de Maipo. Bueno lo que sigue es que fuimos en autos separados, sí separados, otro protocolo fuera. Yo con el chofer amigo, otro amigo y mi hija a recorrer la zona de Los Maitenes en San José y Enzo se fue a casa a buscar una torta que nos habían regalado y traído ese día.

Además el pobre tenía que trasladar cervezas y otros detalles que dejamos pendientes. Esto lo digo como consejo. No dejen cosas a último minuto se transforman en un estresor más ese día.

Estando en Maitenes decidimos subir hacia Alto Maipo para ir a copuchar cómo van los trabajos que tanto dañan este bello lugar. No alcanzamos a llegar pero sí disfrutamos de la naturaleza el paisaje y de los muchos bocinazos de autos circulantes que quizás se sorprendieron de ver una novia en el sector. Fue entrete ese momento.

Nuestro fotografo tuvo un especial momento para inspirarse en buenas fotografías. Luego volvimos a Ko Eventos. Lugar en el cual a las 18 hrs comenzaría la ceremonia matrimonial civil. Otra vez fuera de protocolo porque según supe el orden de ceremonias es inverso.

Como novia puntual, llegamos tipo 17:50. Llegué directo a mi habitación acondicionada para este día. Me sacudí un poco el polvo y me percaté que me faltaba un botón en mi vestido que por supuesto se percibía. Traté de no estresarme y valorar el momento más que ese detalle. Y así fue. Dejé a un lado esa barrera y avancé al pequeño altar junto a mi padre quien nuevamente me acompañó.

Casi olvido entrar por el camino de flores. De entrada nos acompañaba una bella canción instrumental celta. Les recomiendo mucho ese estilo de música. Al llegar estaban todos/as nuestros invitados/as. Familia, amistades, vecinos/as y parejas de amistades. Todos observando y aplaudiendo nuestra llegada. Y nosotros contentos por este nuevo y bello encuentro sólo que más cómodos al aire libre, sin imágenes más que las que surgían en lo interno de nuestros corazones.

El juez nos sorprendió a todos. Fue una ceremonia profunda e inspiradora. Pensé en el humanismo siloista cuando lo escuché hablar. Y me agradó mucho su ceremonia. Luego vino una bendición católica que nos ofreció cariñosamente un diácono amigo de Enzo. Ya llevábamos 3 ceremonias, ¡3! Fuera de todo protocolo. Estuvo bella y participativa. Varios presentes leyeron y compartieron textos y peticiones sencillas y bastante bellas. Me gustó mucho haber terminado esa ceremonia pidiendo por el bienestar de nuestros padres.

Bueno, al finalizar todos nos aplaudieron. Nos detuvimos a observar cada persona, cada sonrisa. Yo quería quedarme con ese registro interno. No quise y no dejé que los nervios impidieran esa conexión profunda pero simple con el otro/a. Ese gesto, alegría, sonrisas agradecimientos. Todo eso lo vivimos intensamente. Nuestro abrazo y beso de casados fue dulce y profundo. Nada de lenguas. Fue un beso amoroso y tierno.

Y bueno desde ese momento salimos con una bella música celta al brindis y posterior cocktail. Todo salió bello menos el discurso que nunca preparamos. Así que en realidad más que palabras estuvo cargado de miradas, sonrisas y luego compartir fotos familiares.

Al único que tuvimos que buscar fue a mi padre quien no siente agrado por las fotos. Así que fuimos a él igual. La entrada al salón fue bella. Acompañada de una canción bella que se llama llegaste de Roberto Carlos y Jennifer López y del son de unas campanas entramos al salón.

Fue un bello momento. Allí se ubicaban las mesas y el salón se veía increíble, lindo. Ko Eventos es un lugar rústico, vintage chic es muy lindo y alternativo. La cena estuvo exquisita. Excelentes presentaciones. Comimos unos ceviches de jaiva y de champignones luego una carne de res acompañada de papas gratinadas y lasagna de verduras. Y los maravillosos y variados postres autoservibles que resultaron el fuerte de la noche.

El corte de torta fue medio desastroso porque como era solo para cumplir con el famoso protocolo, me salió un corte horrible y luego al finalizar la cena y la sobremesa. Pasamos al salón de baile en que preparamos dos cosas. La primera un video muy chistoso y fuera de protocolo en que nos presentamos como familia a través de monos de peluche ya que nos autodenominamos “matrimonos” ese día. Fue gracioso.

Luego yo me fui a mi habitación y sorprendí a todos incluido a Enzo cuando me saco la parte de abajo del vestido quedando con un vestido campana corto. Y llegando con dos pañuelos directo a bailar un pie de cueca y no el tan mal esperado vals. Fue un bello momento. Sacamos a bailar a amistades y presentes. Y comenzó la gran fiesta bailable.

Lo único que olvidé fue llevar la liga, así es que improvisamos con otro juego. Y el ramo que si lo lanzamos y estuvo entrete. Sólo quiero agregar que fue una experiencia alegre, espontánea, liberadora de protocolos y muy, muy compartida con todos. Agradezco en el alma el apoyo y la participación y hoy desde acá desde mi luna de miel escribo estas líneas para decirles a los novios lectores que no se olviden de lo importante realmente que es lo interno que es el amor el compartir y vivir la experiencia.