El matrimonio de Juan Carlos y Marcela en Providencia, Santiago

La crónica de nuestro matrimonio

El día de mi matrimonio, cómo explicarlo. Cada pareja experimenta algo diferente. Yo recuerdo el frío que hacía, sin embargo, los días anteriores solo rezaba para que ese día no lloviera.

Así fue, no llovió, lo primero que hice al despertar esa mañana fue revisar mi ramo de novia. Al verlo, me di cuenta que las flores se habían quemado por el frio de la noche. Lo único que pensé en hacer fue llamar a mi novio (en ese entonces) y decirle que mi ramo se había arruinado por completo. Junto a mi suegro recorrieron todo Santiago y llegaron a un cementerio (no recuerdo cual) y en menos de 15 minutos y por algo de 15 mil pesos armaron un ramo maravilloso (dejo fotos del ramo). Eso no fue todo, a mi mamá se le rompió su vestido, pero entre todas las mujeres que habíamos ahí lo arreglamos en un dos por tres.

Si me preguntan, eso no fue nada. Creo que dentro de todo fueron anécdotas que le contaremos a nuestros hijos algún día, pero lo mas terrible (dentro de todo) fue que después de terminar la sesión de fotos (después de la ceremonia y antes de la fiesta), puesto que se nos ocurrió ir a la municipalidad de Providencia, puesto que nos quedaba como a 5 minutos del lugar de la ceremonia. Una vez que terminamos, ibamos a subirnos al Volkswagen de 1961 (que es el auto que arrendamos) y quedamos en panne. Al principio fue chistoso, pero al ver que el auto no partía tuvimos que llegar a la fiesta en taxi.