El matrimonio de Karina y Sebastián en Recoleta, Santiago

Luego del momento del “sí”, sentimos como si fuera un triunfo, ya que era algo que anhelábamos hace muchísimo tiempo y lo mismo nuestra gente, todos estábamos muy muy contentos.

El trayecto desde la iglesia a sacarnos las fotos en el parque forestal (donde nos pusimos a pololear). Luego la fiesta fue también muy entretenida. Contratamos el servicio de “Llego la novia” en un Ford Mustang 1965, y nuestro conductor, Don Hernán, hizo del servicio algo personalizado y ameno. Mucha gente te gritaba “felicitaciones”, “vivan los novios” o simplemente tocaban la bocina. De igual manera no faltó el que gritó “arrepiéntete”, un clásico. Llegando a la recepción pudimos comer del cóctel, disfrutar con la gente para luego hacer más o menos lo típico: cena, fotos en las mesas, vals y fiesta. Obviamente todo esto con nuestro toque y con tres pies de cuecas y muy buena música. Hubo un momento especial romántico y que fue sorpresa para la novia: cuando le canté “Leegaste tú” de Luis Fonsi, se generó un momento único de mucho amor. Cada gesto y rincón de nuestro día estuvo llenísimo de amor.

La fiesta fue lo que queríamos, la gente bailando manteniendo la pista llena en todo momento, todos felices disfrutando de la música y la barra abierta. Trencito masivo, túnel, malteo y bailando arriba de la tarima. Se pasó excelente y fue un día espectacular que no queríamos que terminara.

Para terminar, sólo comentar que el matrimonio tiene que ser esto, el momento culmine de tu relación en pareja, pero también el primer paso para construir tu familia. No es donde termina el romanticismo, no es donde el amor se apaga por un “compromiso”. El compromiso se hace cuando tomas la decisión de estar en pareja, el matrimonio es un paso para fortalecer y reafirmar aún más el amor que sientes por esa persona.