El matrimonio de Makense y Carla en Quillota, Quillota

La crónica de nuestro matrimonio

Como comenzar... Fueron tantas emociones en un solo día, que solo recordarlo no permite describir la alegría de ese maravilloso día. Fue un día sábado 02 de febrero del año 2019 a las 13:30 horas en Aires Puros de Manzanar. Era un día soleado con una brisa de verano maravillosa, ambos no dormimos bien por el estrés y porque nos acostamos tarde preparando los últimos detalles que implica realizar un matrimonio uno mismo...

Despertamos ese día nerviosos y con millones de cosas aún por hacer, pero a su vez ansiosos por lo que sea veía venir: una vida llena de aventuras con la persona que uno ama.

Al momento de la preparación (de la novia), cuando me observé en el espejo, ya vestida con mi amado vestido, pensé: "no lo puedo creer, esto ya está pasando". Pues lloré de emoción al saber que me casaría con mi compañero de curso, mi mejor amigo, mi amante, mi confidente y mi mundo entero... Mi madre me miró y me abrazó tan fuerte como la primera vez que me tuvo en sus brazos.

Llegué a la ceremonia y vi a toda la gente reunida, comenzó a sonar la canción que escogimos para la entrada nupcial: Canon in D, Pachelbel. Salí del auto, la ceremonia era afuera del salón principal; entré al salón, esperé, y se abrieron las puertas para dar inicio al que sería el día más hermoso y especial de toda mi vida. Lo vi al él junto a mi suegra, entré con mis padres, y de pronto sentí que éramos solos dos... Bueno, la ceremonia fue especial, el pastor que nos casó es un gran amigo, por ende, existía una conexión de confianza y sentimiento.